Abrir la mente es la llave
La mujer hoy día tiene que ser considerada como una madre, una amiga, una trabajadora y sobretodo un elemento fundamental de la sociedad. ¿Por qué he escrito "tiene que"?
Porque todavía en 2020 las mujeres están consideradas como una figura que completa al hombre, una parte del matrimonio y un ayudo a los varones en el trabajo.
En un artículo del País, escrito el ocho de marzo de 2020, se dice que un 47,4% de la sociedad es convencida que los hombres son superiores, mejores líderes en política y más idóneos para mandar en los negocios. La figura del hombre siempre ha sido la parte dominante de la sociedad, representado como el protagonista en los libros de historia, en los romanzos, en las películas y por supuesto en el trabajo.
Desde la creación del mundo la mujer ha siempre sido sometida al hombre, como Eva que nace de una parte del hombre porque no es tampoco la mitad de Adán, y si se rebela al hombre le pasa como a Lilith, la primera esposa de Adán que fue creada junto a él, en el mismo tiempo y con las mismas calidades, que fue echada del Edén porque no quería someterse y ahora es un demonio.
Sin embrago las mujeres hoy día han alcanzado muchos objetivos gracias a numerosas batallas hechas por las feministas, como el movimiento de Las "Suffragettes" en Inglaterra durante el periodo Victoriano, o el alcanzo del derecho al voto en 1945, pero todavía no está al mismo nivel del hombre.
Esto porque en varios países del mundo, como África o Medio Oriente la mujer está considerada como un objeto, algo que sirve sólo para hacer niños, cocinar y acudir al marido, un hombre que puede realizar sus sueños, salir con los amigos y ser libre de vivir su vida además del matrimonio. Si la mujer se rebela a su condición casi de "esclava" recluida en la casa, los hombres pueden golpearlas y reprimirlas porque son superiores. Las mujeres son malas y tienen que ser castigadas, no son inteligentes como los hombres, y son débiles. Esta es la violencia psicológica que cada día muchísimas mujeres soportan por parte de padres, maridos o novios que puede ser que una vez les decían que eran guapas e importantes. Ellas empiezan a pensar que probablemente ellos tienen razón y que no pueden salir con sus amigas o sus amigos varones, porque son una propiedad. No se pueden poner el esmalte en las uñas, pintar de rojo la boca, o vestirse con un vestido estrecho, porque serían demasiado provocantes y tentarían a los hombres que no tienen culpa si las acosan.
Lo que da miedo es que no sólo en esos países, sino en todo el mundo por desgracia hay varones que tratan de esta manera a sus mujeres.
Si una niña tiene un sueño tiene que sofocarlo, porque nunca tendrá las mismas oportunidades que podría tener cualquier coetáneo varón de su edad, y puede ser que tendrá que casarse con un hombre que ella no quiere, para ser su fiel esposa y productora dehijos por el resto de su vida.
Recientemente en Polonia ha sido promulgada una ley contra el aborto, y creo que no es justo que un Gobierno formado prevalentemente por hombres pueda decidir sobre el cuerpo de una mujer, limitando su libertad de decisión.
Probablemente es verdadero que físicamente las mujeres son más débiles, más emotivas, pero no significa que mentalmente están debajo de los hombres, y no estoy diciendo que están sobre, solamente que las dos partes son iguales y juntos deben ser componentes importantes de la sociedad.
¿Por qué hasta ahora no hemos tenido un Papa mujer? ¿Y porque hasta ahora no había ninguna presidenta? ¿Por qué hay todavía un 42% de la sociedad que piensa que las mujeres no sean capaces de trabajar?
Las mujeres tienen menos oportunidades tan en política que como directores de empresa en todo el mundo porque la sociedad lo impide, no tanto las leyes, como las situaciones cotidianas y los hechos y credencias históricas lo impiden. Se puede pensar a la típica frase: si un hombre tuvo muchas mujeres es un conquistador, pero si una mujer tuvo muchos hombres es una chica mala. La respuesta está en la sociedad y en las voces populares que hacen creen a los conservadores que no quieren abrir la mente que las mujeres están un paso por debajo a los hombres.
Abrir la mente es la llave,
perono todos lo entienden, y nosotras, mujeres, tenemos todavía un largo camino que recorrer.